Acusaciones al viento difíciles de lazar
Vieron la venta que no fue y no a Odebrecht...
José Tomás, el embajador, pregunta desde Washington ¿cómo se recoge el lodo? Chanel, el médico, y aquí, supone que ahora regresarán los exiliados y liberarán a los presos políticos.
Las dos reacciones parecen zoquetadas, y normales exabruptos al día siguiente del discurso en que se decidió no reformar la Constitución ni buscar un nuevo mandato.
El problema –sin embargo– luce más complejo y los seguidores de Leonel no van a zafarse de ese pedido de cuentas poniendo cara de yo no fui.
Por ejemplo, el lodo se recoge fácil, con una pala y una carretilla y un jornalero de hombros fuertes. Aunque queda claro que no fue lodo lo que se lanzó.
Fueron plumas al viento en una montaña alta, y en condiciones tan difíciles que no se halla forma de recuperarlas.
Lo mismo puede decirse de los diputados que acusaron a colegas de haberse vendido al postor de la reelección, y ahora la reelección declara que no tiene balas en la recámara.
El paredón nazi no encontró judíos que fueran víctimas propiciatorias, pero sí hubo persecución e intento de holocausto.
Advirtieron el soborno que no fue, pero no los pagos de Odebrecht.