Como no hay lista, tiraron un “decreto”

Entre los que viven las 24 horas del día pendientes del caso Odebrecht, hay que solo se quedarán con las maldades que hicieron. O únicamente les interesa esa parte. Lo que la Justicia haga no es de su incumbencia ni de su interés, y desde ya se salen del coro con una expresión que figura en todas las antologías. “Te lo dije”.

Aunque debe reconocérseles ahora en su retiro que fueron afanosos, dedicados, pero sobre todo malvados y con mala opinión de sus iguales. Ciudadanos o prójimos.

Como vieron señales en tierra, pues en estas situaciones no se mira al cielo, de que a los entrevistos les estaba llegando la hora, apuraron el paso, y nada de lista. Ahora era tiempo de los decretos.

Soltaron uno, y tan de verdad que hasta con número, como si se conociera la secuencia. Era sábado, y se suponía a Palacio recogido. Pero no. Marchena sabe cuándo se esconde o no aparece, y en la ocasión no se escondió, o se dejó encontrar, y todo quedó aclarado. Él no lo supone, tal vez ni lo sospecha, pero le dañó el fin de semana a la perversidad que estuvo hasta el desmentido con varios cartones a mano y jugando esquinas.

Diario Libre