¿Danilo en el dilema de Hipólito?

Hipólito lleva el oprobio de su intento de reelección como una mancha de su tamaño. No es tatuaje de parche que se quita con agua, sino aplicado profundo en la piel.

Lo lamenta y se da en el pecho a cada rato, pero los periodistas insisten, como insistían preguntándole si se presentaría a un nuevo mandato.

En ese entonces le llevaron la cuenta, y cuando pasaron raya, estableció un récord que todavía se mantiene de decir que no más de cincuenta veces.

Ese es el can del que Danilo se zafa al no referirse a su posibilidad y les tira carne a los perros diciendo que en marzo se definirá.

Sin embargo, Hipólito confesó algo la semana pasada que no sirve como excusa, pero es un aspecto a considerar. Dijo que estuvo esperando que seis dirigentes del PRD de antes decidieran cuál asumiría la candidatura, con el compromiso de apoyarlo. Esa lotería fracasó, nadie cedió ni concedió, y a él – Hipólito – no le quedó alternativa que lanzarse al ruedo reeleccionista.

Ese trance se produjo, y la reelección resolvió. Uno fundó un partido y los demás se subordinaron a la circunstancia. A veces el problema no es la batea, sino las piedras del río.

Diario Libre

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