De horror en horror no se puede vivir
Hoy fue Emely; ayer, Fernelis... ¿Y mañana?
Diario Libre
Mateo –el Evangelista– mandaba a no preocuparse por el mañana, como si el mañana pudiera cuidarse solo. Lo que decía en síntesis era que cada día tenía su afán.
El Evangelio dominicano no es tan compasivo, es duro y cruel. Cada día, además del afán, trae su horror. La situación es desgarradora, pero se tiene una impresión peor. Que horror con horror se paga.
No se habla por estos días, pero pocas semanas atrás el horror fue la muerte de un joven a manos de un cura que usó como arma un martillo.
Fernelis era su nombre.
Ahora la conciencia se conmociona con el caso de Emely, por el horror del embarazo, el horror de la desaparición, el horror de la muerte y el horror de encontrar el cadáver lanzado al camino.
Y como si no fuera suficiente, buscando sus restos se produjo un hallazgo tenebroso. Los cadáveres de otras dos mujeres que no se habían reportado desaparecidas y de las que tampoco se tienen identidades.
Un nuevo capítulo, pues.
La gente desaparece ahora con más facilidad, mayor frecuencia y con muerte segura, y no se cree que las autoridades estén en condiciones de asumir el nuevo reto.
El horror de los horrores.
Diario Libre
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