¡Dime, Adela!
Los peledeístas saben hacer un alto
El PLD en la infinita levedad de su ser es un partido admirable. Los peledeístas no: odiosos o sangruses desde los días de su fundación.
Con decir que dividieron el país entre peledeístas y corruptos. Aunque como dijo un obispo de entonces, era porque no habían tenido la chequera del Estado en sus manos.
La distinción de ahora sigue siendo interesante: corruptos por aquí, corruptos por allá y cada cual con los suyos favoritos.
Sin embargo, saben hacer un alto en el camino y no resbalarse por muy empinado que sea. El acto del pasado jueves, por ejemplo.
La foto en familia de los miembros del Comité Político con el brazo levantado y el puño cerrado, todos, es una postal que cualquier turista compraría.
Nunca mejor y más bello paisaje de unidad. Gonzalo al parecer no es problema y el consenso no puede considerarse a medias, si en la instantánea figura Alejandrina y también Reinaldo.
Uno protestó la fuerza del Estado en la preliminar de primarias y otra se identifica con el profeta desarmado en la contienda interna.
La intriga hace camino al andar: ¿cómo hacer maletas después de ese performance tan prodigioso?
¡Dime, Adela!