El aumento va aunque sea en Navidad

Uno piensa (¡Uff, qué difícil pensar!) que no tiene sentido integrar todas las entidades de transporte en una sola, si los problemas serán los mismos. Dale otra vez con el pasaje.

Historia sabida, conocida, repetida, sin que la altere o afecte el cambio. Los choferes son cosa aparte, y lo son porque se apartan y las autoridades dejan que se aparten. Piensa uno (¡Uff, qué difícil pensar!) que el organismo de transporte, ahora el nuevo, pero igual el viejo, debiera monitorear el mercado y conocer por anticipado alzas y bajas.

Eso sería como en el bingo atender su cartón. Así sabría cuando procede y cuando no un aumento en el transporte, sea de carga o de pasajeros, sin tener que recurrir a un estudio de coyuntura.

La circunstancia siempre favorece al chofer, y lo favorece porque la institución responsable siempre está a mano pelada y se retrasa en responder. Entonces viene la amenaza, el anuncio de huelga, el paro, y al final-final los choferes se salen con las suyas. Después se les acusa de ser los dueños del país. Ellos hacen la tarea con tiempo, se dan cuenta de la necesidad del ajuste. Ese aumento va, aunque sea por Navidad.

Diario Libre