El consumidor no cae en gancho
Las emboscadas y los riesgos están al acecho
El consumidor se las sabe todas y una más. Y no porque le informen o intuya, sino porque le conviene a estar en guardia.
Las emboscadas, los riesgos están al acecho en cada pulpería de esquina, colmado de barrio, supermercado de ciudad.
En cuanto a precios y también calidad.
El cerdo tiene problema, y se quiere convencer de que no hace daño al humano, sino a los animales, y se hacen demostraciones públicas.
Pero el consumidor no cae en gancho.
Si Hipólito quiere comer, que lo haga, y si se acompaña del ministro de Agricultura, mejor. Sospecha la trampa, y piensa que ese marrano no es del montón, sino de especies seleccionadas.
Garantizado su buen estado.
No lo sacrificaron en carnicería ni lo compraron por libra, y la epidemia se extiende, como si fuera un COVID-19 porcino.
No existe vacuna ni basta confinamiento, y el antídoto más efectivo es prevenir, pues siempre, y por experiencia anterior, será mejor que remediar.
Las autoridades hacen bien tomar medidas, como eliminar en masa, y tomado de sorpresa, tienen que improvisar.
Después habrá tiempo de reponer, de repoblar. Ahora, que no insistan: mientras haya pollo, el puerco se queda a deber.