El Gobierno se hizo el loco con la pelota

La pelota está haciendo este año lo que nunca había hecho: fiestas con los fanáticos, desfiles por las calles sin que todavía haya ganador y promociones atractivas y contagiosas por los medios. Entre otras cosas.

La pelota está en pelota, aunque con más sentido de negocio, con gerencia a la norteamericana. El bateo y corrido de bases emociona, pero al final del día hay que sacar cuentas y de los dividendos depende la contratación de jugadores de cartel.

El Águila se quejó de que el Gobierno amagó pero no dio con la remodelación del estadio, que fue promesa al igual que de costumbre.

No se sabe si lo mismo ocurrió con sus pares, y en caso de que sí, estos no se quejaron, por lo menos públicamente. El Gobierno al parecer se hizo el loco, aun cuando tendrá las tormentas para justificar su timidez.

Falta ver, sin embargo, si la publicidad fluye igual que con la pelota de Grandes Ligas, habrá alegría y no tristeza en la casa del pobre.

Solo con Punta Catalina se cuadran las finanzas, y no hay que olvidar que el circo es el mejor aliado de la gobernabilidad.

Y eso sí me lo dijo Adela.

Diario Libre