El PLD perdió por el sectarismo...

No puede creerse ni decirse que el PLD se entregó como manso cordero para que el PRM lo sacrificara de la manera en que lo hizo.

No solo perdió la majestad del poder, sino que su desempeño a segundo nivel tampoco tendrá la fortaleza que le hubiera convenido en su papel de oposición.

Echar la culpa, o toda la culpa, a la división no se correspondería con la verdad si se observa que la Fuerza del Pueblo no fue un fenómeno de votación.

Lo que sí puede explicar el fracaso sería el tren de pelea, y si no las estrategias, sí los estrategas, o los encargados de campo.

Gente de experiencia en esos menesteres fue dejada de lado y en su lugar colocaron compañeros sin oficio. El presidente los llamó “señoritos”, y el calificativo lo dice todo. Metrosexuales de la política.

Aunque lo otro sería que a pesar de su pobre rendimiento en las primarias, siguieron en las municipales y en las presidenciales y congresuales.

Los que perdieron ahora no fueron los que ganaron en las ocasiones anteriores. Hubo cambios frecuentes en la jefatura de campaña, pero sobre todo apartaron a figuras que en el pasado fueron decisivas.

Un sectarismo inexplicable.

Diario Libre

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