El voto obligatorio: el nuevo debate
No está clara la paternidad del tema...
O lo dijo Pacheco o figura en los nuevos papeles del PRM: el voto obligatorio, y aunque todavía no está clara la situación, ni el concepto, ya Reynaldo adelantó que no.
Como el dominicano es cazafantasmas y gusta buscarse problemas caminando hacia atrás como la ciguapa, el voto obligatorio dará agua de beber. La excusa que hacía falta y que se encontró sin buscarla. Consigna nueva: El voto obligatorio o la vida. Todo un asalto en plena vía y a la luz del sol.
Cuando pregunten por el motor, dirán “te lo debo”, y seguirán a pie como si nada, pues no hay que afanarse mucho si las distancias son cortas.
El caso no deja de ser interesante, pues procura evitar la compra de cédulas y que el dinero sea un factor decisivo al provocar abstención negociada. Aunque la premisa es falsa en dos sentidos. No solo el gobierno consiente en ese vicio, sino todo aspirante con recursos.
Además, el negocio de las cédulas parece que no va más, y se cuentan engaños. Ahora, si se compra, serán votos. Una operación más segura, tangible y contable.
La iniciativa parece propia del hijo de Lindbergh.
Diario Libre
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