Faltan posiciones para colocar a todos

Entre los muchos propósitos de campaña de la presente gestión estuvo reducir el número de dependencias del Gobierno.

Los estrategas consideraron que eran demasiadas, y sobre todo que, como oferta, vendía bien. Lo fue, pues ganó las elecciones. Nada desproporcionado, sino un manejo más justo y racional del gasto público.

Un mandatario norteamericano encargó a su segundo de a bordo una tarea parecida como política de Estado. No se recuerda en qué quedó la intención, pero la experiencia dominicana fue una de las tantas entretenciones.

A la autora de la iniciativa, si se le menciona, cambia de acera. Descubrió lo obvio: faltarían posiciones para colocar a los propios.

En los casos que pudieran mentarse fue un rejuego de espejos, y siempre las mismas imágenes, y peor reflejo. Como Cdeee.

Lo que no se explica, y no necesariamente tendría que ver con el exceso de empleo, es la ligereza de manos. ¿Por qué cada titular favorece la política de dejar hacer, dejar pasar, que es la que provoca su desgracia?

La incapacidad, la incompetencia, pudieran ser temas, pero desgraciadamente, las irregularidades administrativas.

La llamada, perseguida y burlada corrupción.

Diario Libre

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