¿Habrá cama para tanta gente?
He ahí el primer gran dilema de Abinader
Entre los inventos más ingeniosos y provechosos del PLD en el gobierno están los consejos de administración o dirección en entidades públicas.
Al compañero o aliado que no le tocaba premio mayor se le compensaba con aproximación o colita. Se habla del barrilito y del cofrecito, pero igual debe hacerse de esa botija.
La gente olvida, y pronto, y de seguro no recuerda de los tiempos de Balaguer los famosos ayudantes civiles, que fueron tantos que un chusco propuso organizarse como sindicato.
En estos días y en las redes circula un vídeo en que Balaguer reacciona ante la demanda de empleos de sus compatriotas, y dice que la militancia reformista, como la de todos los partidos, es insaciable. Y dicha sea la verdad. La boa no duerme, no importa el hartazgo, y hay boas grandes, pero también pequeñas, y todas con la misma ansiedad.
El Presupuesto da o tiene que dar para pagar esa burocracia artificiosa e irregular.
Así como no hay cama para tantos casos graves de coronavirus, tampoco habrá puestos para tanta gente políticamente meritoria.
¿Qué hará la nueva autoridad, cerrará esa llave de dispendio o solo hará cambio de personas?