Hora de tomar al toro por los cuernos

Era impensable que el presidente hablara de temas políticos o económicos o migratorios en esta época de finales de año.

La entrevista que publicó El País de España sorprendió, porque se creía que estos días transcurrirían en tregua. Una tregua que nadie demandó, y que tampoco se había concedido.

Abinader tiró varias carnes al asadero, y del cocimiento se ve el humo, el olor inquieta a los hambrientos de extra patio y se espera reacción del vecindario.

Tal vez no sea cosa de esta semana, pues conviene despedir en santa paz al 2020 que fue horrible, pero de seguro que en la de más arriba, o después de Reyes, se le dará fuego a la lata.

Siempre hay un obispo que no duerme y Masalles no ofreció misa, pero –¡Dios!– lanzó hostias al piso y las tres casuales seguirán dando agua de beber.

O quizás vino no consagrado.

En las cámaras no hay líderes, pero sí voceros, aunque eso no significa que cada senador o diputado se libre por su cuenta.

Llegado el momento, al parecer, de que ese toro del aborto se tome por los cuernos. Y la declaración del mandatario no es la última palabra, pero sí la palabra.

El cambio se oyó de lejos y sacudió.

Diario Libre

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