La cama ancha de la Pepca

Los norteamericanos no pueden pintarse de transparentes, pues a ellos les lleva años poner en manos del público informaciones claves. Ningún otro país archiva o bloquea más o por más tiempo que Estados Unidos. Tal vez Rusia, ahora o cuando era Unión Soviética, le gane esa partida.

El asesinato de Kennedy pasa de cincuenta años y todavía no se conocen detalles de la presencia de Oswald en México. Los dominicanos no se quedan muy atrás. Las auditorías de la Cámara de Cuentas, por ejemplo.

Ahora se informa de que más de 70 están archivadas o bloqueadas en una dependencia de la Procuraduría encargada de la lucha contra la corrupción. Duermen en cama ancha, con sábana de seda y almohada de algodón, a pesar de que se denuncia la impunidad como principal delito de Estado.

La Pepca no puede negar su nombre, pues peca de ociosa, de no cumplir con sus obligaciones, creando una situación de irresponsabilidad que subleva y apena. Uno piensa (y no por mal pensado) los tormentos que se hubiera evitado la República si las anomalías detectadas en la OMSA en el 2013 se hubieran corregido y castigado a tiempo.

Diario Libre