La CIDH sesionará aquí... tranquilos...

Lo mejor hubiera sido que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se fuera con su música a otra parte. En tarima hace mucho ruido y casi siempre el pandero está en las peores manos. Pero la CIDH tiene ahora como política no solo sesionar o celebrar audiencia en su sede en Washington, sino también en los Estados miembros.

Así estuvo en México al final del año pasado y hará igual en Bogotá este mismo mes de febrero. República Dominicana no podía ser la excepción, aun cuando se cuenta entre sus víctimas favoritas. Sin embargo, deben decirse dos cosas.

La primera, que la invitación es un requisito. No solo basta el visto bueno del Estado “anfitrión”, sino convidarlo a su propia fiesta.

Lo segundo, que no trata asuntos propios de la nación que la acoge. Sus modales la obligan a no hablar mal del dueño de la casa.

La CIDH tendrá su periodo de sesiones en el país, y aunque existen casos pendientes, no tocará a los dominicanos, autoridades y pueblo, ni con el pétalo de una rosa.

Pueden pues dormir tranquilos los Guacanagarix que aplauden sus decisiones y los nacionalistas que se ofenden. Como en el verso, “pasarás... sin saber que pasaste”.

Diario Libre