La inseguridad hace buscar refuerzos

Los partidos son dueños del play, pero la taquilla se vende en el mercado negro y el clima determina las condiciones del juego, aunque pueden darse casos en que le cedan el estadio a MLB, como sucedió el sábado, y el mercado blanco se haga competente y le dañe el negocio al negro.

Los rosters debieran estar completos y las posiciones aseguradas, pero cada día aparece un pelotero nuevo o se presenta una situación.

Las gradas empiezan a inquietarse, y ni en el dogout ni en el campo de juego se advierte el fastidio del fanático al que no le gusta que le cambien el lineup.

Los expertos observan el panorama, pero no creen que esas alianzas de última hora favorezcan el triunfo de ninguna de las fuerzas en disputa.

Ese arroz con mango en el plato se ve bonito, pero cuando se le tiene en la cuchara parece un engrudo y posiblemente difícil de digerir.

¿Cómo es que si se dan ganadores necesitan refuerzos y ya no solo sonsacan a dirigentes o aspirantes de partidos contrarios, sino que igual se acude al mercado libre?

Se teme a los cuervos porque sacan los ojos y ahora los partidos los enaltecen como si fueran aves de corral.

Diario Libre

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