Las leyes y sus “pellizquitos”
Algo que saben, pero se hacen que no
Que ninguna ley es perfecta lo saben Perogrullo y Quevedo que creó la palabra perogrullada. El dominicano debería saberlo, pero se hace que no.
Siempre imperfecta y evidente la razón. Para revisarla, modificarla y cambiarla, incluso sin esperar que entre en vigencia o se produzcan resultados.
Ahora se anuncia que el Código volverá a la Cámara, y el flamante presidente pone su genio a funcionar, y en el nuevo intento dejarán el aborto a la vera del camino.
Aunque la intención es volver a buscarlo más tarde.
Tanto miedo a la sociedad civil por un lado y a la religiosa por el otro, que lo mejor es quitarse ese peso de encima, ese tormento de conciencia.
Las mujeres que se la bandeen como puedan o que traten un día de ser mayoría.
La ley de la Policía fue aprobada después de ochenta mil consensos, y se pensaba que era la pieza ideal. Para el uniformado y para la sociedad.
Ahora Elpidio, responsable del proyecto, descubre que no, que la ley es injusta, que discrimina y que los policías deben ejercer de abogado. Con un folder bajo el brazo de nuevo.
¡Qué cosa más grande cuando un “civilón” se pone quepis!