Los constitucionalistas pasarán recibo

Hay asuntos que corcovean como caballos de rodeo o burros de sabana. Las primarias de la Ley de Partidos, por ejemplo. Fue diversión y riesgo al mismo tiempo, pero ya ni una cosa ni la otra. El caballo vuelto a la gatera y el burro al corral.

La experiencia, sin embargo, no dejó de ser interesante. El dominicano no asume las cuestiones políticas con seriedad. Y se dirá que el PLD, pero habrá que decir que no solo.

El partido de gobierno fue voz principal, pero los demás sectores hicieron coro, y en ocasiones la parte coral fue más importante que la solista.

El PLD quiso buscar afuera lo que se suponía no tenía adentro: ecuanimidad, prudencia, inteligencia emocional, y al final, como en todo circo, el tigre le cogió miedo al león, aun cuando el león no fue ecuánime, ni prudente ni inteligente emocional.

Decir ahora, cuando se supone que ya duermen las palomas, que no aparecieron constitucionalistas que no hubieran opinado del tema, más que a la opinión pública, burla a los propios constitucionalistas.

Muchos se aguantaron las ganas, creyéndose probables consultados, y se quedaron fabricando, esperando la llamada.

El cartero no llamó nunca.

Diario Libre