Los partidos y la misma piedra...

Si los partidos dominicanos fueran democráticos y no usaran la mañosería como arma de lucha entre compañeros, no importaría cuál miembro asume la dirección. Los grupos tampoco serían decisivos. En Estados Unidos por ejemplo no se lleva cuenta pública de quién es presidente del partido Demócrata o del Republicano, aun cuando tienen sus directivas. El líder es ocasionalmente el candidato, por lo que es uno diferente en cada campaña, o el presidente del país, si logra ser elegido. La maquinaria por igual estará al servicio de la causa, aun cuando exista un ala liberal y un ala conservadora, y estas influyan en las determinaciones.

La diferencia está en que los aspirantes se someten a escrutinio, y primero buscan el favor de la calle antes que del partido. Aquí se quiere amarrar en el partido, o amarrar al partido, creyendo que con ser candidato es suficiente y que lo demás se dará por añadidura. Esa añadidura –en la mayoría de los casos– nunca se da.

Lamentablemente la experiencia no sirve de mucho, la lección no se aprende, la piedra sigue en su sitio, no se mueve, porque sabe que volverán a tropezar con ella. Y de verdad tropiezan.

Diario Libre