Marruecos le parece lejos al Presidente

Que un presidente tan poco dado a hablar, y menos a anunciar, diga que lo hará la semana que viene, crea expectativas. Una. ¿Habrá hecho Palacio algún survey expreso y tomado rápidamente el pulso a la población respecto al Pacto Migratorio?

Otra. ¿Habrá metido un campesino de San Juan, a la vez brujo, un dedo en el trasero de la gallina y sabido que pondrá huevo?

Aunque la mejor expectativa sería el ánimo probable. No es verdad que va a comparecer ante la nación para adelantarse a marzo y declararse contrario a la reelección, ni aprovechar la baja de la gasolina para echar galones a la fogata que amenaza con llamas de playa. Si se dirige al país será para montarse en el carro del populismo irredento y distanciarse del cometido de Marruecos.

El pan se pone caro en diciembre por culpa de la telera, pero siempre queda la posibilidad del circo de las canastas. Con un pronunciamiento justo y oportuno podría bailarse sin horario hasta enero. Beber agua del pozo una vez al año no hace daño, y la ONU siempre será la ONU, y nada valdrá el informe de Montalvo con tantos empates en el juego de pelota.

Diario Libre