Muchas cosas por revisar...

Dale con las reformas electorales, de las que los propios políticos no conocen y ni siquiera tienen en agenda. Hablaban de la Ley de Partidos, de la que ahora reniegan.

Esa situación, sin embargo, crea situaciones equívocas.

El diputado nacional que se elige por acumulación tuvo como principal propósito favorecer a los partidos chiquitos, y en la primera salida benefició a los grandes, que se los repartieron por partes iguales.

Ahora hubo una mejor apropiación, y dos chiquitos alcanzaron del bizcocho, incluso de manera sorpresiva y al parecer por gentileza de la Junta.

Fatídico el designio, pues hubo un candidato de oposición que se quedó con el moño hecho, aun cuando tiene pocos cabellos.

Pero igual el diputado de ultramar. Ahora se tiene que después de la elección retorna a Santo Domingo y no vuelve a las comunidades que representa ni de visita, por lo que ni conoce sus necesidades ni postula a su favor. Y lo más importante: la queja no es de aquí, es de allá, donde se resienten con su falsía, aun cuando lo siguen votando en segunda elección.

Para tener en cuenta en la actual revisión de la ley.

Diario Libre