Nadie quiere pelea en los cabildos

En política se vale todo, dijo alguien, y el auditorio, que no era de mucha gente, aplaudió. Fue en un mitin de patio, y el entusiasmo y el calor llevó a los del fondo a gritar: ¡Fuego a la lata! Desde entonces el relajo no se queda, el choteo se apresura y el ambiente de circo se adelanta, pues a qué sufrimiento, si aprovecha mejor la diversión.

Sin embargo, en los manuales de biblioteca y en las cátedras de universidad se alienta lo contrario. En política importan los resultados. Ahora que de nuevo se replica en los ayuntamientos, la discusión es la misma, aun cuando en la ocasión pasada el oficialismo impuso su mayoría.

Nadie duda de que ahora ocurra lo mismo, y aunque se reúnen todos saben que casi el 85% está acordado o consensuado, que resta un 15%, y que al final sólo un 4 o 5% quedará al margen.

Las reses malas de siempre.

Waldys PRM se presentó con su carta sin sello, pero por encima de la manga. Aunque sabe por experiencia propia que los muy teóricos no van al cielo.

Los alcaldes y los regidores quieren gobernanza y armonía.

Diario Libre