¿No hubo injerencia esta vez?...

Los partidos, todos, tienen problemas internos, aun cuando quieran disimularlos. Al que no le duele el pie derecho, le come la mano izquierda. La solución es difícil, puesto que si fuera fácil, ya se hubieran curado en salud. En la mayoría se discute la silla al tiempo que la corona y ninguno de sus dirigentes quiere ser rey por un día, sino por toda la eternidad. Sin embargo, se da un fenómeno interesante, además de curioso. Se ocupan más de llevar vida ajena que de atender la propia.

Lo que también sucede al revés. Suponer la mano peluda del oponente en consultas y disensiones. Incluso esa posibilidad sirve de alegato contra las primarias abiertas. Que las influencias de fuera alteren el orden adentro.

De ahí que sea alentador y plausible que el proceso del PRM discurriera sin denuncia ni acusación de intervención del gobierno o de su partido. Los perremeístas se consumieron en su salsa y no hizo falta que el vecino viniera a cocinar mejor su comida. ¿A qué se debió este hecho nuevo, al blindaje de Moderno o que el PLD no puede con su alma para cargar con otra? Ese quita mano, echa para allá, funcionó.

Diario Libre