No se debe medir fuerzas en desventaja
Nadie tiene más recursos que el Estado
Cuando el Gobierno sale a la calle en plan de asistencia, la oposición debe quedarse en su sitio y mirar de lejitos, como el que quiere y no puede.
La solidaridad debe ser humana y de todos, pero las realidades se imponen y justo es reconocer que no alcanzan los caramelos.
No puede competirse en esas condiciones con el Gobierno, pues suyas son todas las ventajas. Además de recursos, tiene logística y experiencia en situaciones parecidas.
¿Qué sector político puede tener más tablas o clavos que el Gobierno, o comida cruda o cocinada, o medios de transporte, o empleados?
Las botellitas de agua están bien, pero no son suficientes para llenar expectativas. Y aunque la generosidad es una virtud, si es pequeña y la necesidad grande, puede caerse en ridículo.
¿Qué el Gobierno va a hacer política con sus repartos? Claro que sí, y maña fuera que no. Y si sirviera de consuelo, baste recordar que lo hace con los bonos o con el gabinete social. Es una caridad corporativa y de gran calado, y que se hizo costumbre, casi ley, y una práctica que nadie se atreve a señalar.
Vale lamentarse, pero “yagua que está para un burro...”