Perdieron la cancha después del juego

Los periodistas no quisieron tomarle cuenta al PRM por las fallas de la convención. Hubo, supieron, pero miraron para otro lado, y decidieron que como era un partido nuevo nada podía ser perfecto.

Perfecto, y que viva la libertad de prensa que el Procurador no anda cerca.

Sin embargo, es el PRM que no cesa, que no acepta complicidad y se afana en que las cosas se pongan color de hormiga.

Se tarda en el conteo, no da resultados pronto, la comisión, aunque acoge, no depura las quejas, y tampoco satisface a los querellantes.

Ahora vienen nuevas posposiciones, y éstas lógicas y normales, pues si no se adelantan las tareas, hay que correr el espacio y evitar taponamiento.

Aunque lo peor es la irracionalidad, y hasta la perversidad. ¿Cómo anular el proceso si las irregularidades, como se alega, solo ocurrieron en determinados lugares?

Los responsables se han dejado quitar la cancha después de terminado el juego, y menudean unas grabaciones hechas al efecto que siembran dudas y cosechan más grande el fracaso.

Si la Dirección Ejecutiva convocó diputados y acalló el ruido de las primarias ¿por qué no hace igual con los querellantes de la convención?

Diario Libre