Se discute la obligatoriedad de la vacuna

La eutanasia y el suicidio asistido están permitidos en pocos países y el Doctor Muerte vive en permanente riesgo de que lo agarren.

Tal vez sea llevar lejos la comparación, pero ¿ cómo podría calificarse el frenesí del teteo o de las aglomeraciones sin mascarilla ?

Un derecho concedido.

Se discute sobre la obligatoriedad de la vacuna, y en puro derecho no se puede. Aunque sí, al parecer, lo contrario: que el contagio vaya por las calles infectando a todo vivo.

Una situación difícil de entender, como los derechos humanos del delincuente, pero no del policía si el muerto es un agente.

Difícil andar en botes en estos tiempos, pues lo mismo si rema que si no lo hace. Las vueltas se hacen casi imposibles.

Aunque depende.

La autoridad que no puede obligar vacuna, si puede perseguir a los desaprensivos, y hacerlo de una manera tan drástica que se constituya en disuasivo.

Ahora se afirma que los gobiernos locales, que gobernadoras, policías y militares se pondrán en el asunto.

¿ Por qué no antes ?

Será poner candado con el ladrón dentro de la casa.

Diario Libre

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