Se repite: la ley no aplica a todos...

Con un grupo pequeño, Eduardo se atrevió a lo que no otros con partidos grandes. Pedir que dejen fuera de la ley a las primarias. Si es la mano que escandaliza, cortarla, y que el afectado siga su vida sin agravios. El mocho no ofende y con una prótesis puede hacer maravillas.

Aunque la posibilidad plantea una situación de dudosa validez.

La ley no vale por ley, sino por los elementos que contiene y que determinan su utilidad. ¿Qué sentido tiene una legislación que no mejore el entorno político?

La Constitución manda a los partidos ser democráticos internamente, y la única forma de serlo es creando condiciones para que las bases decidan, escojan sus directivos e igual sus candidatos de la manera más libre y abierta posible, evitando la dictadura de las cúpulas.

Eduardo no se calló lo que otros murmuran, o dicen en murmullos. Aunque no se entiende su iniciativa, pues las primarias no lo afectan en nada. Los partidos grandes, consentidores de los pequeños, postularon dejarlos fuera. Que las reglas de Grandes Ligas no se apliquen en las Menores.

Ahora queda lo más importante. ¿Flecha al aire o bala perdida?

Diario Libre