Un discurso para llevar la contraria...
Se hace oposición pero sin saber hacerla...
Diario Libre
Los políticos de oposición deben agradecer a la Constitución que imponga a los presidentes de turno la rendición de cuentas. Es como ir a una tienda y llevarse piezas de tela sin pagarlas.
Desde el lunes, pues algunos no se aguantan, pero lógicamente el martes, e igualmente toda la semana, es mucha la tela de donde cortar.
Se acusa a la oposición de no cumplir su papel, esto es, de no hacer oposición. La verdad sea dicha, sin embargo, no es tanto que no la hace, sino que no sabe hacerla.
El discurso del 27 de febrero, por tanto, es una oportunidad de oro. No hay que pensar mucho, sino solo llevar la contraria. El Gobierno pone la mesa, y aunque haya abundante comida, algunos platos se olvidan en la cocina, y tampoco resultan suculentos –todos- los que se sirven.
Difícil de complacer con el menú de los comedores económicos, pues los comensales la ponen en China. Unos se satisfacen con arroz y habichuelas, pero otros piden moro de guandules. Y el mismo día.
Al gobierno cocinero, si le faltara paciencia, solo tendría que entonar “te estaba dando y tú no quisiste, límpiate el bozo y di que comiste”. Más o menos lo que ocurrió el martes.
Diario Libre
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