Un fin de semana para preocuparse...
El desbordamiento hace pensar lo peor...
Diario Libre
El primer fin de semana de promoción, incentivo y facilidades de turismo interno fue alentador y preocupante, además de largo.
La gente acudió en masa a los hoteles, a las playas y a las montañas, como si se hubiera adelantado la Semana Santa del 2021, o celebrado con retraso la del 2020.
Con decir que el peaje no aguantó, e igual los centros de recreación, que si dieron abasto, se les hizo difícil registrar tantos vacacionistas.
El flujo desbordó todas las expectativas, que no debieron ser muchas, pues – en cierto modo – se trató de un tanteo, de una exploración.
Un estudiar el ánimo de la gente, su temperamento, su conducta social, ocasionando alarma en la población que no salió de su casa.
En las playas, en las piscinas, en las montañas, el embullo fue total, y si existe coronavirus, nadie lo recordó y menos se atemorizó.
Problema tuyo, María.
El ministro se manifestó satisfecho con la respuesta, pero Salud Pública deberá analizar el fenómeno y medir la consecuencia.
Por lo menos tranquilizar a los recelosos, a los envidiosos y a los que temen que de vuelta al vecindario, los contagios se multipliquen.
El riesgo es cabeza dura.
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