Un país con excedente de genios...

El país adolece de un mal que le era desconocido hasta hace poco: el exceso de genios. Gente que se deslumbra a sí misma e intenta hacer otro tanto con los demás. Un proyecto de ley en curso entre cuyos propósitos está cambiar el nombre del Ministerio de Interior y Policía. Si se aprueba, la dependencia se llamará Ministerio de Interior.

Nada de Policía, como si fuera una mala palabra, o si asociarse fuera un oprobio, un escarnio, un descrédito.

No es el único caso. El parque Independencia no era el mejor parque del mundo y era justo acondicionarlo. Solo que buscaron un genio y este lo puso peor. El problema no era de empañete, sino de color, y lo pintó de una manera tan horrorosa que dejó de ser “ruina veneranda”.

Ahí no termina, sin embargo, la obra de los genios. Después del fracaso de los escáneres de la Junta, ahora se propone que en la ley Electoral se incluya el voto electrónico. Léase bien: el voto electrónico.

Con tantos genios difícilmente este país pueda avanzar con sentido propio. Demasiada inteligencia dispersa queriendo imponer el desconcierto. ¡Si pudieran exportarse unos cuantos!

Diario Libre