Un PRM que juega a perder en el CNM

Este país es un tren con la caldera a todo fuego, pero que no sale ni llega, siempre fijo en la estación. Y que se sepa, nada que se parezca a la Penélope de la canción. El mismo juego, que no es lo malo, pero sí los equipos que no se cambian uniformes ni mudan de estadio. Se bañan en la misma agua aun cuando el río no altere su curso.

De nuevo la Magistratura, y el PRM vuelve con el coro de la otra vez: nada de jueces con vinculaciones de partido. Reitera un perfil ideal, sin recordar que Diógenes fracasó en la audiencia anterior.

Examinará candidatos, pero cuando llegue el momento de decidir, se ausentará y dejará el designio en manos del oficialismo.

Lo que debiera ser decisión colectiva, orgánica, será unilateral, y no importa lo que diga la Constitución y acuerde la ley.

Caso único en el mundo.

El Gobierno no tiene que presionar, pues no tiene a quién. Solo en la cancha se libra a su suerte, sin importar rebote ni encesto.

Pitcher de un solo brazo y al que nunca le devuelven la pelota. Así Josefa nunca dará Paliza, y la casa, ganando y riéndose mejor.

Diario Libre