Waldo no se cansa de parar hospitales
Aunque la de ahora es por la suspendida...
Cuando los españoles llegaron, la isla era parte del trópico, con calor y huracanes. Vinieron con mucha ropa y los indios vivían medio en cuero, sin pudor ni rubor. Era el Caribe nuevo y no la vieja Europa.
El español se vistió más ligero y el indio disimuló sus intimidades. Ambos se adaptaron, uno al clima y el otro a la circunstancia.
Igual deberá hacer el dominicano de este tiempo, que es indio, español y africano. Adaptarse a la circunstancia, pues al clima se acostumbró. Por ejemplo: resignarse a las huelgas, que son muchas, frecuentes y necias, igual que a los mosquitos que puyan y transmiten enfermedades. Obvios productos del trópico.
Los médicos quisieron competir con María, pero no hubo espacio para dos desgracias simultáneas, y se recogieron por una semana.
La semana corrió rápida, Salud Pública no resolvió y a los médicos no les quedó de otra que convocar un nuevo paro. Este no debe tomárseles en cuenta, pues estaba pendiente.
Además de no preocupar el efecto que ocasionan en el paciente diferido, si este muere o se cura solo sin servicio de hospitales.
¡Dale para allá, Waldo, que el cuerpo aguanta!
Diario Libre
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