Y la embajada puya... puya... puya...

Una fascinación de mano de otra fascinación no lleva a nada bueno. Una página web primero y un tuit después en contra de gobernar sin límite y el dominicano que se goza cualquier cosa.

Nada fascina más al dominicano que la Embajada y la Reelección.

Nadie pensó que las notas iguales se referían a Duvalier, quien fuera declarado vitalicio, pero que ya está muerto. Ni al presidente chino Xi Jinping, de mandato extendido, pues se encuentra muy lejos. O más cerca Nicaragua y Bolivia, Daniel Ortega y Evo Morales, a quienes seducen los períodos repetidos. Las influencias y presiones norteamericanas no van con ellos. Esa política marca –como si fuera con un hechizo– a Danilo Medina, al que los norteamericanos no solo no querrían, sino que advierten con tiempo lo que se cree inminente. La aprobación de primarias abiertas.

Eso se dice, eso divierte, y habrá que ver finalmente qué deciden los senadores, pues el presidente como presidente parece muy quitado de bulla. Cree haber disimulado la reelección, y anda tan suelto y alegre por estos días que al parecer considera que quien no tenga hechas, tampoco sospechas. Aunque con Usa nunca se sabe.

Diario Libre