Recuperar la confianza
Ya está bueno de problemas y escándalos en la Cámara de Cuentas
La Cámara de Cuentas es un organismo demasiado importante en el organigrama del Estado para seguir manejándose entre filtraciones, acusaciones personales y comentarios que desvían la atención.
Ni los legisladores ni los miembros de la Cámara deben prestarse a seguir manteniendo la institución en una zozobra que debería aclarase con una investigación profunda. Auditar al auditor, si se quiere.
Las acusaciones de acoso a dos abogadas del organismo ya han tomado el cauce adecuado y el ministerio público investigará el caso.
Sobre las acusaciones de auditorías sin publicar, la sociedad espera la verdad. Unos dicen que eran auditorías manipuladas que deben ser rehechas y otros que no se publican porque afectan a quien no “conviene” afectar. Como las dos posiciones son contrarias pero no excluyentes, es imperativo que la comisión de legisladores que tiene esa responsabilidad aclare la situación cuanto antes. La Cámara de Cuentas debe recuperar la confianza de la sociedad, aunque tengan que ser renovadas algunas posiciones.