Curita para una hemorragia

El Gobierno insiste con la delincuencia en el método fallido de ponerle una curita a una hemorragia.

Eso no ha funcionado en los pasados catorce años y no va a funcionar ahora por las mismas razones por las que fracasó antes.

No se trata solo de un asunto de patrullaje, o de “macana”, sino de manejo de expectativas sociales que se expresan en un sector de la población por medio de la delincuencia y la violencia.

El Gobierno tiene los estudios que le dicen qué hacer. La Policía ha estudiado dónde y a qué hora se producen los asaltos y se han ido tomando medidas para desincentivar los asaltos, como son las cámaras en lugares públicos, pero el problema sigue porque no se quieren tomar más medidas dolorosas.

No se le quiere meter mano a las motocicletas por medio de su identificación y la de sus conductores. No se le quiere meter mano al porte de armas y nuestras élites viven en la Bizancio de las discusiones, sin darse cuenta que un nuevo estallido social tendría proporciones mayores que el de 1984.

Todavía estamos a tiempo, pero no es con patrullaje que se va a resolver...

Diario Libre