¿Deliberaciones públicas?

El proceso de deliberación de asuntos delicados debe hacerse en privado.

La importancia de hacerlo así no radica en un deseo de ocultar nada, como algunos podrían pensar, sino para permitir la mayor libertad a los deliberantes para analizar todas las aristas y detalles del caso.

Es el caso del Consejo Nacional de la Magistratura, cuya misión es designar por largos períodos de tiempo a los principales jueces del país, los jueces que interpretarán y aplicarán nuestra Constitución y las leyes.

La presentación de los candidatos debe ser pública, pero la selección no debe serlo porque en un ambiente abierto no se podrían presentar las objeciones críticas que impidan escoger a un candidato. Nadie en sus cabales argumentaría en una deliberación transmitida en vivo, que un candidato no debe ser escogido porque tiene un problema de drogas, por ejemplo.

Por tanto, debe primar la sensatez en la toma de decisiones sobre puntos tan importantes y delicados y confiar en que el buen juicio y el patriotismo sean el norte de los responsables de dirigir ese proceso.

Diario Libre