Derechos humanos
Venezuela ha logrado una banca en Consejo de Derechos Humanos de la ONU, lo que resulta no solo extemporáneo sino que contradice a la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que en su más reciente informe indicó que el gobierno venezolano reportó más de 5.200 muertes por “resistencia a la autoridad” en 2018 y más de 1.500 de enero a mayo de 2019. Muchos de esos casos podrían constituir ejecuciones extrajudiciales.
La sombra entonces cae sobre la Organización de Naciones Unidas y su capacidad para arbitrar en este terreno de los derechos humanos en un orden mundial complejo e inquieto.
Venezuela es víctima de un gobierno corrupto, que ha pervertido el sentido del voto y de la democracia hasta convertirse en un régimen autoritario especialmente ineficiente en materia económica y social. Las crisis humanitarias son noticia diaria, las numerosas acciones contra los opositores y sus relaciones con el narcotráfico y las guerrillas son una constante investigada en la frontera con Colombia. Que la ONU le de un asiento en el Consejo de los Derechos Humanos no deja de ser insólito.