Día del maestro
Antes, era un día excepcional. Los alumnos acudían a la escuela a recibir sus calificaciones del año y a premiar a los maestros con un regalo.
Ambos, maestros y alumnos se reconocían como parte de un hermoso proyecto conjunto en el que el maestro ponía todo su amor y empeño y el alumno su interés y conducta.
No se sabe cuándo, el día comenzó a perder importancia. Probablemente cuando muchas escuelas y colegios comenzaron a terminar las clases más temprano y cuando los padres dejaron de interesarse por lo que hacían sus hijos en la escuela.
Este año, sin alumnos ni maestros en las aulas por la pandemia, sin embargo el papel del maestro se ha fortalecido, ahora que los padres han tenido que supervisar -y en algunos casos enseñar- las tareas de los hijos.
La esperanza es que los maestros hayan aprendido la lección de que no siempre hay que seguir las orientaciones de personas más interesadas en la política que en cumplir con los deberes humanos de la enseñanza y que los padres hayan entendido el importante papel del docente en la formación de sus hijos.