La basura y lo social
La ciudad o el barrio más limpio no es el que más recoge la basura, sino el que menos se ensucia, es decir, aquel lugar en que sus habitantes obedecen las reglas de depositar sus desperdicios en los lugares asignados a ellos.
Santo Domingo siempre será una ciudad sucia en la medida en que sus habitantes no muestren el debido cuidado respecto a la basura. Si seguimos como chivos sin ley tirando basura de todo tipo por todas partes, no hay dinero del mundo que pueda mantener limpia la ciudad.
La limpieza es un asunto de educación pero también de coerción. El que ensucia debe saber que su acto tiene consecuencias en forma de multa y hasta cárcel, porque la basura es un asunto de salud pública. El que quema basura en un patio, por ejemplo, no puede impedir que el humo afecte a sus vecinos. El que deja basura en las calles es culpable de propagar enfermedades. Es decir, no se trata de un tema de carácter personal sino social, en el que todos debemos estar comprometidos.
Las autoridades deben dar el ejemplo pero todos debemos cooperar o pagar el precio.
Diario Libre
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