La ley primero

Parte de los problema que exhibe hoy la nación dominicana provienen de que por mucho tiempo hemos creado la civilización del “déle un chance”.

La ley nunca ha tenido el peso del que se ufanan sociedades desarrolladas que aplicaron las normas con la venda de la justicia, sin mirar a quién, consolidando el principio de ciudadanía de que todos somos iguales ante ella.

Entre nosotros, el principio es exactamente lo contrario: aquí todos somos desiguales ante la ley.

En esa virtud, a algunos se les “da un chance”, mientras a otros, por la misma falta o delito, les cae todo el peso de la ley. Mientras el delincuente millonario se solaza con lo robado, el que roba una gallina o un salami purga cárcel sin tiempo.

La desigualdad ante la ley vale para el tránsito, para la Justicia, para las atenciones en las oficinas públicas y en cualquier lugar donde la posición social o económica distinga a un ciudadano de otro.

La primera urgencia dominicana es rescatar el valor de la ley y aplicarla por igual a todos los ciudadanos. Con solo eso, seremos un país desarrollado.

Diario Libre

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