La misma táctica

Desde que recuperamos la libertad luego del ajusticiamiento del dictador Trujillo, los dominicanos hemos seguido las mismas tácticas aunque esperamos obtener diferentes resultados.

Eso nunca ocurre.

Todos los barrios -y ahora los campesinos- se dejan provocar por agitadores y se lanzan a protestar sin haber agotado el recurso del diálogo. Las protestas son siempre iguales: lanzan basura a las calles, arrancan ramas y hasta árboles enteros para bloquear el tránsito y queman gomas. Un par de enmascarados dan declaraciones a la prensa y en algunos lugares hasta les disparan a las fuerzas del orden, que actúan de acuerdo con el mismo librito.

Pero las autoridades no se quedan atrás. En la mayoría de los casos, usan el recurso de prometer lo que saben no se va a cumplir y crean ese círculo vicioso de descreimiento y falta de confianza que está aniquilando el valor de la democracia entre la gente.

La libertad existe para ejercerla de manera ordenada. Hablando se logran las metas con más facilidad que con el desorden. Pero se debe entender que a un pueblo desvalido no se le puede fallar.

Diario Libre

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