La vida sigue
Las graves circunstancias que obligaron a la suspensión de las elecciones municipales de ayer no deben parar el país.
Los políticos resolverán el asunto, como siempre lo han hecho, y la vida continuará.
Debemos lamentar, eso sí, los incidentes violentos protagonizados en algunos lugares del país que produjeron un muerto y varios heridos. La violencia en una fiesta como deben ser las elecciones, es siempre reprobable y una muestra de intolerancia y limitado sentido de las cosas.
Confiamos en las voces sensatas del país que llamarán a la calma, como lo hacemos en este comentario. Es hora de aunar esfuerzos para que la vida de nuestro país no se descarrile entre las torpezas de unos y los rencores de otros. La economía, las inversiones y el turismo no deben ser afectados por la conducta de personas y agrupaciones más interesadas en su propio juego que en el bienestar del pueblo dominicano.
El llamado es, pues, a la calma y a la cordura, a esperar el resultado de las investigaciones y la nueva fecha para los comicios, en la seguridad de que nuestro país saldrá adelante.