No había de otra...
El Gobierno dominicano ha plantado la cara frente a la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de autodeclararse competente en los casos que competen a nuestro país, a pesar de una decisión en contrario de nuestro Tribunal Constitucional.
Amén de los argumentos de derecho internacional y local que puedan esgrimirse, el Gobierno dominicano no tenía otra opción que declararse en favor del fallo del Constitucional, porque de no hacerlo se le podría acusar de violar principios fundamentales de nuestro derecho.
Esta posición, sin embargo, no debe ser una excusa para no cumplir con las obligaciones, asumidas por nuestros órganos constitucionales en los casos de violaciones a los derechos humanos.
Estamos conscientes de que existe toda una campaña para que los dominicanos resolvamos el problema haitiano, pero con campaña o sin ella, nosotros debemos cumplir con nuestra propia ley, precisamente para impedir las enojosas intervenciones.
Por eso sigue siendo válida la expresión de que “ante la intervención extranjera, virtud doméstica”.