No hay justicia...

En el país existe acuerdo sobre que la limitada institucionalidad es uno de los males que impiden el pleno desarrollo de la nación.

Esa carencia es lo que imposibilita que instituciones fundamentales del sistema como el Poder Judicial puedan realizar una labor acorde con su papel de árbitro en los conflictos que se generan en la sociedad.

En los países con mayor grado de desarrollo existe un acuerdo tácito en virtud del cual las partidas razonables de órganos como los tribunales son aceptadas por las autoridades encargadas de elaborar los presupuestos nacionales. No se trata de aprobar peticiones desmedidas, sino de admitir la importancia de esa función en la vida democrática y social de la nación.

Llama la atención, por ejemplo, el abultado monto de la partida asignada al Poder Legislativo, mientras el Judicial sigue mendigando a pesar de contar con tribunales en toda la geografía nacional, para todo tipo de asuntos y a todos los niveles de conflicto.

Resulta evidente que no se está haciendo justicia con la Justicia y todavía pretendemos fortalecer la democracia.

Diario Libre