Objetivos en conflicto

El dato de que el país importó bienes un ocho por ciento más en el trimestre nos plantea el tema de los objetivos en conflicto que enfrentan a los hacedores de políticas públicas y que, muchas veces, conspiran contra el logro de un mejor bienestar para la población.

Aduana está feliz con el incremento de las importaciones, porque eleva su nivel de contribución al Presupuesto, pero cabría preguntarse si importar más automóviles es bueno para el país en el estado actual de nuestro tránsito y de los costos asociados a la operación (combustibles, piezas, etc.) de los mismos.

Del mismo modo, mantener congelada la tasa de cambio porque la administración no quiere aumentar el costo de la creciente deuda, entre otras razones, mientras penaliza a los sectores productivos, no es la mejor política.

El número de objetivos conflictivos que vemos día a día es muy alto y, en cierta medida, explican algunas de las contradicciones que observamos en nuestra vida diaria. Sin duda, hace falta más racionalidad y más empatía con la población para diseñar políticas que impulsen el progreso sin que nos cuesten tanto.

Diario Libre