Pobreza e impunidad

El reciente hecho en el cual las víctimas de un accidente automovilístico fueron despojadas de sus pertenencias por las personas que acudieron al lugar del hecho, pone de relieve un mal de raíces hondas en el país, que se sigue produciendo por la impunidad que nos caracteriza y que se “justifica” en la pobreza en que hemos vivido.

Despojar de sus posesiones a un cadáver o a un herido que no puede defenderse, es un delito tan grave como el matarlo, pues se le está matando su dignidad y no se le está socorriendo en ese grave momento.

Hemos tenido casos de extranjeros que se han marchado del país luego de que les ocurrieran hechos como estos a familiares, alegando que no “podían vivir en un país de salvajes”, porque eso es lo que es, una muestra de salvajismo que no tiene excusa.

Quien cometa un atropello de este tipo debe ir a la cárcel para enviar un mensaje de que esas conductas no son tolerables. Además, hay que denunciarlo, porque todavía queda en el país un amplio grupo de ciudadanos que repudian estas conductas indignas de un ser humano, por pobre que sea.

Diario Libre

Periódico líder de República Dominicana centrado en las noticias generales y el periodismo innovador.