Un llamado

Con los votos contados solo hay dos caminos legítimos: aceptar la derrota, o tomar el camino de los instrumentos legales si los agraviados encuentran motivo para el reclamo civilizado.

Tomar las calles no es una opción democrática, sobre todo cuando se ha sido tan transparente y todos los sistemas parecen haber funcionado de manera satisfactoria.

Muchos podrán alegar que en estas primarias primó la fuerza del dinero por sobre el vigor de las ideas y es cierto, pero ese parece ser el modelo por el que se rigen los comicios modernos que no son más que la venta de un candidato por todos los medios electrónicos y digitales a disposición del público. De ahí la fuerza del dinero y la necesidad imperiosa de reencauzar las elecciones de todo tipo hacia un modelo más equitativo y democrático.

Es por ello que hacemos un llamado ferviente a evitar los excesos a que pueda llevar la frustración de una derrota inesperada. Si hay que pelear, que sea en los tribunales, nunca en las calles, y así demos la tranquilidad que este pueblo está reclamando para seguir en paz y hacia adelante.

Diario Libre

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