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En directo - Caperucita ya no es la misma (cuento mercadológico)

Hola Caperucita, ¿qué haces en la ciudad en vez de estar correteando y cantando feliz por el campo?

Hola, señor Lobo, pues he venido, porque tengo como objetivo vender 150 millones de canastas con tarros de miel marca Red Caperucita, un producto light que va con la tendencia de la demanda natural en el mercado de los nuevos sectores emergentes.

¿Y eso, Caperucita?, ya ve señor Lobo, la abuelita se ha metido a empresaria, y ahora le ha dado por hacer un management basado en el branding, prefiere el posicionamiento emocional de la marca a los beneficios organolépticos del producto. Yo, como soy pequeñita, no puedo opinar mucho, pero insistiría en hacer primero un benchmarking para reforzar un marco conceptual más estratégico dentro del ADN intrínseco de la miel.

Ay, Caperucita, desde que los nichos de la tercera edad han entrado de lleno al sistema permanente de reciclaje y transferencia de conocimientos, las abuelas y los abuelos, ya no son lo que eran.

Y que lo diga, si viera la intranet que tiene organizada abuela para conectarse con nuevos grupos alternativos geriátricos con características distintivas de liderazgo... ¡ y eso que ya va para los 94 años ¡

Y usted, señor Lobo ¿por qué no está en el bosque persiguiendo ovejitas y niñas indefensas, que es lo suyo? ¿Qué hace en la ciudad?

Los negocios fáciles se acabaron, hija, las ovejas en vez de pastar y retozar por los verdes prados, se han dedicado a hacer anuncios de televisión para colchones y, además, ya no hay niñas indefensas que perseguir.

Ahora hasta la más inocente anda con el ombligo afuera y un iPod pegado en los oídos, y ante la menor insinuación, te demandan por acoso.

Y a qué se dedica entonces señor Lobo, ¿es product manager de industrias de embutidos, es un CEO de algún matadero internacional?

Nada de eso, como hice trampas no pude acabar el MBA en Engaños y Trapacerías, que es mi auténtica vocación y, claro, sin título, con la competitividad tan acentuada y la bendita globalización ahora hay que buscárselas como un lobo citadino! y como soy hijo del señor Feroz y doña Competencia, pues aquí estoy, reventando precios, atacando marcas, haciendo dumping...

¿Y le va bien, señor Lobo, se gana la vida? Ahí, ahí, Caperucita. No puedo quejarme, sobrevivo con alguna tajada de comisiones por aquí, algún despojo de sobornos por allá...

Ay, señor Lobo, cómo cambian las cosas, ¿se acuerda de los trucos que hacía usted para seducirnos, con aquello de las orejas grandes para oírte mejor? Pues ahora con esos micro chip auditivos digitalizados, se escucha a distancia y de maravilla, ¿y aquello de los dientes tan grandes para comerte mejor? Pues te los rebajan a la medida con rayos laser, te ponen implantes fijos y garantizan resultados de blanqueado definitivo.

Bueno, señor Lobo, me voy, el comité de marketing me espera para discutir la introducción de la nueva cestita tetrapack con tapa de caperuza auto retráctil, ergonómica y biodegradable y no puedo faltar, que tenga mucha suerte.

Adiós, Caperucita, que te vaya bien con tus proyectos... ah, cuando recuerdo aquellas épocas tan llenas de nostalgia pienso que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y es que el cuento, definitivamente, ya no es el mismo.