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Notas sobre la unidad

La unidad ha sido una vieja aspiración de la izquierda y de los sectores progresistas del país

Gana cuerpo, cada día más, la necesidad de la unidad de los partidos, movimientos y ciudadanos independientes que no se identifican con los partidos tradicionales que han gobernado en los últimos 60 años. Se abre la perspectiva de cristalizar una propuesta unitaria de contenido progresista y de izquierda que participe con identidad y voz propia en los escenarios de disputa del poder político. 

La unidad ha sido una vieja aspiración de la izquierda y de los sectores progresistas del país, una y otra vez malograda.   Habrá que esperar para saber si esta vez el empeño resulta exitoso. 

Vale la pena observar que, en esta ocasión, hay varios puntos que representan un avance notable. 

Uno es que se trata de la unidad política con una definida vocación electoral de cara a la elecciones municipales, congresuales y presidenciales de 2024. Por tanto, queda atrás ese viejo dilema de si participar o no en las elecciones generales y que siempre retorcía y obstaculizaba la unidad o cuando ésta se producía era muy tarde. 

Otro es que nadie haya puesto como condición que la unidad deba estructurarse en torno a su candidato.  Se trata pues de la superación de esa visión estrecha y sectaria que desconfiaba y de antemano descalificaba al otro, lo que resultaba incompatible con el propósito unitario. 

También es un punto de avance que haya conciencia de la necesidad de que las candidaturas se elijan por métodos democráticos participativos, con las debidas garantías de transparencia que le otorgue la legitimidad necesaria a los que resulten electos, para evitar situaciones traumáticas al final del proceso.  

Y por último, que la propuesta electoral alternativa se unifique, y construya su identidad, en torno a un programa de gobierno de mínimos indispensables que identifique las reformas y transformaciones a impulsar desde la dirección del Estado para hacer del nuestro un país justo, democrático, productivo, verde y soberano. 

Este ambiente auspiciante de la unidad ha tocado a una parte importante de la militancia de Alianza País y en su momento la Comisión Política abordó el tema y definió una política favorable de cinco puntos que resulta oportuno compartir.  

Lo primero y, ante todo, fue ratificar la posición enarbolada desde siempre sobre la necesidad de impulsar una política de unidad amplia con sectores políticos, organizaciones sociales y personalidades progresistas y democráticas, tanto a nivel nacional como local, orientada a la constitución, en su momento, de un bloque político-social alternativo y popular para la participación electoral en el 2024.

Lo segundo, derivado de lo anterior, fue la disposición de desarrollar contactos bilaterales, participar en eventos unitarios y tomar iniciativas con sectores políticos y sociales organizados que coincidan en la valoración de la necesidad de impulsar la unidad político-social alternativa y popular.

Una tercera decisión fue privilegiar, en este momento, la unidad  de acción en torno a demandas concretas que puedan crear un ambiente positivo en la población sobre la pertinencia de la unidad político-social alternativa, y que además, contribuya a que efectivamente los aliancistas y los militantes de las organizaciones políticas y sociales, partidarios de la unidad,  nos encontremos en los territorios y en el movimiento social, acompañando al pueblo en sus luchas por demandas como 1) la seguridad social digna; 2) por el derecho a la salud; 3) contra el alto costo de la vida; 4) por el aumento general de salarios; 5) por la seguridad ciudadana; 6) por la transparencia y contra la corrupción y la impunidad; 7) por la protección ambiental; 8) por una fiscalidad progresiva; 9) por un modelo de desarrollo productivo; 10) por la garantía de los derechos económicos y sociales fundamentales, entre otros. 

Hubo plena coincidencia en que todo el laborantismo unitario tiene que expresarse, en su momento, en una propuesta electoral y en candidaturas competitivas para las elecciones municipales, congresuales y presi- denciales de 2024.

Por último, se precisó que la participación e impulso por nuestro partido de la unidad alternativa, en la forma descrita, es complementario de lo que es nuestra tarea principal en este preciso momento, que es el esfuerzo de crecimiento de la afiliación de ciudadanos/as y que llevamos a cabo principalmente a través de la Campaña Nacional de Afiliación, la cual se encuentra en pleno desarrollo.

En estas decisiones adoptadas hay que resaltar que el énfasis puesto en la unidad de acción responde a la convicción de que el esfuerzo unitario no debe ni puede tomar como modelo los métodos de los partidos tradicionales que solo pueden ganar con base en una montaña de dinero de origen no transparente que luego se traduce en corrupción y en compromisos desde el Gobierno. Que estamos obligados a construir un camino propio que nos aporte las simpatías y lealtades que esos partidos tradicionales obtienen por vía del clientelismo y el asistencialismo. 

Ese camino propio tiene mucho que ver con propiciar desde la política, la unidad de los sectores medios y los trabajadores, de los medianos y pequeños empresarios, de los productores agropecuarios, de la mujer y de la juventud; de la personas envejecientes o con discapacidad,  de las comunidades dominicanas residentes en el exterior, entre otros,  asumiendo sus demandas, acompañándolos de forma consecuente en sus reclamos y, desde ahí construir una nueva moral y autoridad política que se traduzca en una nueva subjetivad e identidad en la ciudadanía, favorable a la alternativa unitaria progresista.  

Se trata de darle a la propuesta política alternativa una base social propia desde la unidad popular, y que ésta se exprese electoralmente, para alcanzar una nueva representatividad en los órganos de poder del Estado, que deje atrás de una vez y para siempre el gobierno de la minoría oligárquica que ha gobernado el país en los últimos 60 años. 

De igual forma, hacemos énfasis en que cada organización y espacio se esfuerce en hacer su tarea –trabajar políticamente a la gente, ampliar sus simpatías, captar nuevos afiliados, sea de forma presencial o a través de las redes sociales— pues es determinante que la concertación unitaria se exprese con fortalezas y no como el triste testimonio de una suma de siglas huecas y de generales sin tropa.

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Guillermo Moreno es abogado y político. Presidente de Alianza País.