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Alicia en el país de las igualdades

La utopía de la igualdad encuentra de frente a una realidad que demanda la creación permanente de riqueza vía los distintos mecanismos con que cuenta la economía de mercado.

«Llegó la hora de crecer para igualar, e igualar para crecer. Debemos romper con la cultura de los privilegios, que se manifiesta en la evasión y elusión tributarias, así como en los flujos ilícitos de capitales. La igualdad fortalece la democracia y ayuda a la provisión de bienes públicos. (...) Transcurridos 70 años de historia, la CEPAL enfrenta hoy la próxima década con una hoja de ruta civilizatoria, universal e indivisible, la Agenda 2030, que pone en el centro la dignidad e igualdad de las personas y por lo tanto requiere la más amplia participación de todos los actores. Estamos convencidos de que la igualdad debe estar en el centro del desarrollo sostenible». Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de CEPAL, enero 2018

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), un órgano creado bajo la sombrilla de las Naciones Unidas, acaba de cumplir setenta años de existencia. No está claro del todo si el balance de esas siete décadas pudiera considerarse como positivo. Muchas de sus iniciativas han servido para promover el modelo equivocado en nuestra región. Se recuerda que el segundo Secretario Ejecutivo de la CEPAL fue el economista argentino Raúl Presbisch, quien desempeñó el cargo durante trece años (1950-1963) -la gestión más prolongada, incluyendo la gestión de Enrique Iglesias- y dejó una impronta en lo relativo con el intercambio internacional que ha permeado hasta la fecha las posturas de la CEPAL frente a los problemas de las economías latinoamericanas.

De particular interés ha sido el modelo económico de crecimiento hacia adentro que ha promovido la CEPAL desde los tiempos de Presbisch y que se fundamentaba en políticas de protección destinadas a la sustitución de importaciones. Ese paradigma dominó por décadas -y aun influye en la CEPAL- las políticas de inserción de América Latina en la economía mundial. Parte del atraso de esta región se debe al tiempo que perdieron nuestros países tratando de aplicar un modelo destinado al fracaso, gracias a la CEPAL. En ese mismo tiempo, varios países de Asia estaban focalizados en la implementación de un modelo económico de inserción internacional basado en el crecimiento hacia fuera; es decir, un crecimiento apoyado en las exportaciones. Los resultados de esos esfuerzos están a la vista. En los últimos sesenta años ningún país de Latinoamérica ha ingresado al club de los países considerados como desarrollados, aunque Chile está en el umbral. En cambio, en Asia ya unos cuantos lo han hecho.

La CEPAL tiene un discurso social que es de gran atractivo, desde el punto de vista de la retórica. Alicia Bárcena, su actual directora ejecutiva con casi diez años en la posición, ha planteado, recientemente, que «el desafío de alcanzar un desarrollo con igualdad enfrenta a la región a tres problemas estructurales, la heterogeneidad estructural, que es la expresión de la cultura del privilegio a nivel del sistema productivo; la vulnerabilidad externa, que mantiene a la región altamente dependiente del contexto externo, y la enorme debilidad del Estado, la parte institucional que no nos permite avanzar».

Cuando Bárcena -bióloga, de formación- habla de «la cultura del privilegio a nivel del sistema productivo» se refiere, en parte, a lo que ella considera una alta concentración de la riqueza, la evasión impositiva, las exenciones y los bajos niveles del impuesto sobre la renta. Pero se olvida que esa “cultura del privilegio” ha sido resultado, en gran medida, del modelo económico que la Cepal ha promovido con tanta vehemencia en sus setenta años de existencia. Es un modelo que mira al contexto externo como una fuente de amenazas y no de oportunidades, por lo que las economías latinoamericanas deben reducir la dependencia que tienen del comercio internacional. ¿Hacia donde deben mirar, entonces? Hacia adentro, como plantea el modelo de sustitución de importaciones. De ahí que mientras más cerradas estén las economías, mayor será su protección frente a los cambios en el entorno internacional. Con mercados domésticos relativamente pequeños -con algunas excepciones, como Brasil, México y Argentina- ese modelo estaba condenado al agotamiento prematuro y al fracaso total. Como ha ocurrido... Sin embargo, la Cepal sigue insistiendo con ese tipo de modelo.

A la directora ejecutiva de la Cepal le preocupa la evasión, las exenciones y los bajos niveles del impuesto sobre la renta y que combinados con las debilidades del Estado no permiten que se alcancen los objetivos de igualdad social. En el fondo, está planteando que los gobiernos no son los suficientemente fuertes como para imponer la igualdad entre todos. Y que esa igualdad se podría lograr si los gobiernos recaudaran los recursos suficientes. Ciertamente, si los gobiernos confiscaran, a través de la política tributaria, la riqueza que continuamente se genera en la sociedad terminarían aniquilando a toda la economía de mercado y logrando, a la vez, el objetivo de la igualdad que persiguen Alicia Bárcena y la Cepal; lo cual, solo es posible si los derechos de libertad económica y libertad política son eliminados. En otras palabras, están implícitamente abogando por regímenes dictatoriales o totalitarios, únicos con la capacidad de igualarnos a todos en la pobreza.

La utopía de la igualdad encuentra de frente a una realidad que demanda la creación permanente de riqueza vía los distintos mecanismos con que cuenta la economía de mercado. Eliminados esos mecanismos los gobiernos no cuentan con los medios alternativos que de manera sostenida puedan compensar la anulación de la economía privada. Sería maravilloso, desde el punto de vista filosófico, lograr la igualdad; pero las diferencias son las que en mayor medida fomentan la cooperación, la necesidad de interacción social, la innovación y el progreso. Mientras tanto, Alicia no podrá vivir «en el país de las maravillas» ... (a menos que se vaya a vivir a Cuba.)

Pedrosilver31@gmail.com

@pedrosilver31

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